Las roidas cortinas apenas ocultaban la oscuridad del día.

Las gotas golpeaban con ritmo el ventanal.

En el viejo salón; el silencio se haya presente en todos los rincones.

Su brillante figura se encuentar sentada ante el desafinado piano.Sus suaves manos acariciaban las empolbadas teclas, añoraba la musica.....

Aun recordaba cuando, sentada ante su gran piano de cola, sus manos pulsaban felices y firmes las teclas tocando las primeras notras de una triste canción y de como, al final de la melodia, los presentes aplaudian sorprendidos por la forma en la una joven como ella, lograr interpretar esa cancion de forma que pudiera sonar tan dulcemente.

En un instante, su mente volvió a la realidad, habian pasado años desde aquel día, tantos años que parecian siglos.....Pero ella aun seguia allí, con su vestido aterciopelado de un brillante color purpura frente a su blanco piano de cola, sin poder tocar esa partitura, su partitura faborita, escrita por uno de los mejores amigos de su familia, Beethoven, aun abierta por el primer movimiento.

En su recuerdo tarareaba las primeras notas de esa sonata: Sol# Do# Mi, Sol#,Do#,Mi.....

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